lunes, 14 de junio de 2010

Una clase maestra de comunicación política

Había una vez un reino con un rey inmensamente rico, sabio y bondadoso. No cargaba de gabelas a sus súbditos que apenas pagaban un pequeño impuesto y todos vivían felices comerciando con los reinos vecinos, que, sabedores de las riquezas y honestidad del rey, confiaban y daban crédito sin cuestionar jamás las transacciones.
Hete aquí que una tarde, encontrándose el rey en sus aposentos leyendo filosofía, entró agitado y con el rostro desencajado su primer ministro, quién le dijo: “Su Majestad! ha ocurrido una desgracia inmensa! Se ha abierto una grieta en el sótano del palacio y la tierra se ha tragado vuestros tesoros! No queda ni una mísera monedita! Estamos perdidos!!!”.
El rey, que como ya he dicho era muy sabio, meditó unos instantes y le preguntó al ministro: “Quién más sabe esto?”. “Nadie, Su Majestad, sólo vos y yo”.
El rey, entonces volvió a preguntarle al funcionario: “Crees en tu rey?”. “Fervientemente, Majestad!”. “Entonces-dijo el rey- ponte de cara a la pared y cuenta lentamante hasta diez, que yo te daré la solución”.
Cuando el ministro, esperanzado y aliviado iba contando en voz alta el número dos, el rey tomó una cimitarra afiladísima, decapitó de un certero tajo al primer ministro y arrojó cabeza y cuerpo al foso de los cocodrilos, tras lo cual volvió plácidamente a su interrumpida lectura.
Y sus súbditos siguieron mercando con los reinos vecinos que continuaron dándoles el mejor crédito y todos vivieron felices por siempre jamás.


Corolario: a veces el mejor mensaje político es hacerse el boludo.

3 comentarios:

Aldo Barberis-Rusca dijo...

Corolario: a veces el mejor mensaje político es hacerse el boludo.

Si sacamos lo "a veces" lo de "el mensaje" y lo de "hacerse" votamos a Cobos

Carlos Leiro dijo...

Asi funciona hoy el mundo. cuando alguien pregunte por sus dolares y así, así , sumando. Hallaremos un tunelcito vacioooo vacioooo

Roedor dijo...

Felipe Solá una vez admitió ante un notero de CQC que en política, para que te vaya bien, tenés que hacertel el boludo. No lo dijo irónicamente. Ni ahí.