miércoles, 5 de mayo de 2010

Clooney-Shmuney


Todo el mundo está enamorado de este comercial que, a primera vista, es fantástico. Pero, y a pesar de que comienza con la marca del producto, cada vez que se lo muestro a alguien y le pregunto "qué vende?" nadie sabe contestarme. 

Es que es una de esas piezas en las que el producto no tiene nada que ver con su comunicacion. Podría vender Rolex, Mercedes Benz o cualquier otro producto suntuario. Comerciales así impactan pero fallan en crear branding, consecuentemente en crear ventas.



http://www.youtube.com/watch?v=DfyeXrdZZ1o&playnext_from=TL&videos=BXe5OPG0TBU

5 comentarios:

Aldo Barberis-Rusca dijo...

Disculpe el atrevimiento pero estoy en desacuerdo con su apreciación.
Tal vez la pieza que usted eligió sea la menos interesante de todas, pero son varias, creo que no menos de cinco, y en todas la marca y el producto son protagonistas.
Sobre todo en las que Clooney comparte cartel con John Malkovich.
En esas no se puede decir que Clooney llega al cielo con una Mercedes o un Rolex.

jorge schussheim dijo...

He visto esta y otra, en los que ambos están sentados en un sillón blanco, bebiendo café y con dos rubias a sus lados.
Esa vende Nespresso, conejitas de Playboy, sillones o qué?

Roedor dijo...

Creo que la figura de Clooney es demasiado fuerte y en consecuencia opaca la presencia de producto, la obvia referencia a Nestlé y expresso, y toda la cuestión. Creo que involuntariamente los creativos le están hablando a la mitad de la audiencia, que son las mujeres. No veo porqué, con la misma plata, no podrían hablarle a los hombres también.

Hay ejemplos mucho peores de spots con fallas garrafales en el branding. En Argentina todos esos comerciales fumones de cerveza, snacks y otros son un clásico. Lo único que ves son veinteañeros haciéndose los re-locos, mirá...

Aldo Barberis-Rusca dijo...

Hoy recordaba aquellas viejas campañas "genericas" de los 60 y 70:
"Vino, la bebida de los pueblos fuertes" (no la de los tlilingos) que disparó el consumo del común de mesa y catapultó la industria vitivinícola y "Tomá mate" que hizo que la infusión se convirtiera, de una costumbre casi vergonzante, en un rasgo identitario.
No tiene nada que ver con Clooney, pero siento que don Schuss debe tener mucho que contar al respecto.

jorge schussheim dijo...

Claro, Aldo. Esa campaña fué exitosísima. El problema es que con el Rodrigazo el consumo de vino común (que era relativamente más caro de lo que es hoy) cayó estrepitosamente. Sumémosle a esto la irrupción de la cerveza como propuesta para "jóvenes+alegría", y las crisis que hicieron que el trabajador no pudiera ir mas a almorzar a su casa los dias de trabajo con lo que el vino común casi ha desaparecido de las mesas.
En cambio, y gracias a la desigualdad del ingreso, hoy la industria se basa casi exclusivamente en la venta de vinos 3/4 que antes no alcanzaba al 5% del mercado y ahora debe andar por el 85% o más.