martes, 23 de febrero de 2010

Comprar y vender


Desde el principio de la civilización el ser humano se hace, una y otra vez, la misma pregunta: para qué estoy aquí..?, cuál es el objeto de la vida?

Durante milenios, esa pregunta fué formulada por los sacerdotes de Babilonia y de Egipto; por los profetas de Israel; por Homero y por Hesíodo; por Anaximandro y por Platón; por Kant y por Nietzsche; por Freud y por la ciencia contemporánea.

Bueno. El domingo pasado, mientras estaba recalentando media fugazzeta en el microondas, YO encontré la respuesta:
el único objetivo de la vida es comprar y vender.

Todas esas boludeces sobre el hombre cósmico, la perpetuación de la especie, la felicidad que dan los nietos y el encuentro kármico de la humanidad con alguien no se sabe cuando ni donde, son sólo eso: reverendas boludeces.
El único destino cierto, la meta universal es comprar y vender.

Vender más para poder comprar más. Comprar más para tener   más para vender.

La ciencia y la medicina no tienen nada que ver con que el ser humano viva más sano por más tiempo y podamos disfrutar bien del geriátrico.
Nada de eso. La meta es lograr que la gente viva más tiempo para poder venderle más cosas durante más tiempo.

Los religiosos no se oponen al aborto por razones piadosas o por respeto a la vida, sino que por el aborto se pierden millones y millones de bautismos, comuniones, circuncisiones, barmirtzves, matrimonios y defunciones re-gla-men-tarias por año.
Cientos de millones de oportunidades de venta perdidas.

El fantasma del neoliberalismo vuelve a recorrer el mundo.
Algo que ver con la libertad? Cazzo!
Si hay economía de mercado en más países, habrá más competencia y más ventas y más compras y más consumismo.

El marketing y la publicidad terminaron dedicándose a crear más productos para que más consumidores compren más veces lo mismo bajo diferentes nombres con dinero que no tienen.
Los mismos consumidores que, a su vez, sólo tienen un objetivo: vender, objetivo que sólo dejan de lado cuando compran.

Si nuestra sociedad actual estuviera constituída solamente por dos personas que vivieran en una isla apartada del mundo y que 8 horas al día, de lunes a viernes, se vendieran cada vez más cosas entre ellas, queriendo ganar en cada transacción un poco más, diríamos que esas dos personas están completamente locas.
Pero si las multiplicamos por 3200 millones y a la isla la llamamos "mundo" y a ese movimiento le decimos "economía de escala" y "mercados globales", todo está perfectamente bien; lo que demuestra que para que uno sea considerado normal tiene que ser tan boludo como los demás y vivir tan confundido como ellos.

En algún momento remoto de la historia de la incivilización, un hombre primitivo tomó una decisión equivocada.
Como probablemente era tan imbécil como para haber sido elegido como mandatario de su tribu, ésta lo imitó.
Esa conducta pasó a las siguientes generaciones.
Y así, por alguna taradez cometida vaya a saber en qué caverna, estamos acá, en un mundo equivocado, vendiéndonos cosas entre nosotros.

Ustedes creen que vinieron a este blog a distraerse y pasarla bien?
Están muy equivocados!
Ustedes vinieron a comprar unos minutos de reflexión; vinieron a constituírse en propietarios de un momento, de un recuerdo.
Al igual que yo, que no me interesa para nada escribir lo que escribo, ni divertir, ni emocionar, ni nada de nada.
No: mi único objetivo aquí es vender, facturar.
Y con lo que voy a ganar con lo que ustedes compraron para comprar lo que en realidad compraron, yo voy a salir a comprar las cosas que todos ustedes fabriquen y vendan.

Porque si no hiciera eso, rompería el sagrado objetivo instituído y me volvería un tipo muy peligroso, un renegado fuera de la sociedad.

Y nadie esperaría eso de alguien como yo, famoso y respetado publicitario y hombre de marketing que, desde hace más de 40 años es puntal firme y sostén fiel de este sistema; de alguien como yo que, desde hace casi medio siglo, fué uno de los que borró de su agenda el verbo "colaborar" y escribió "competir", porque así iba a ganar muchísimo dinero para poder comprarse esta computadora y este disfraz de bloguero y venderles a ustedes este gran verso.

12 comentarios:

Mario Alberto Manuel Vázquez dijo...

Querido Jorge: Guarda con la crítica que te haría alguien que escribió "Un hombre acomodado", ese que tenía "aire acondicionado". O el que te decía "No todo va mejor con Coca Cola"... (jeje) Te quiero desde entonces. Un abrazo desde Salta Mario
......O, pensándolo bien ¿no será que debajo de la piel del buen marketinero, bloggero, hombre sensato e incorporado al sistema.... aparecen las uñas del viejo "monstro"???? ¡¡¡HORRORRRR!!!
O peor aún, ese "viejo monstro" nunca había muerto y el fantasma es el respetable marketinero?????
Usted, mi amigo, está "pensando feo" y vamos a tener que mandarlo a algún campito de reeducación...
Fíjese que yo vengo de allí... y lo bien que estoy.
Un abrazo gigante desde Salta
Mario

jorge schussheim dijo...

Querido Mario: creo que sabés perfectamente cual de esos personajes soy en realidad.
Gran abrazo.
j

Lino Bugallo dijo...

Hola, Jorge: Tu comentario sobre comprar y vender me parece buenísimo. Hecho con inteligencia y buen humor. Lo leí con una sonrisa permanente. De acuerdo a tu recomendación previa, no sabía si escribirte o abstenerme, pero como uno siempre se cree piola aunque sea un salamín, me decidí a escribirte. Un gran abrazo. Lino

jorge schussheim dijo...

Bienvenido al blog, querido Lino. Me gusta muchísimo que escriban aquí y tanto elogios como puteadas son aceptadas.
Un abrazo,
j

La condesa sangrienta dijo...

Linda foto, vende bien.
Un centavo por sus pensamientos, entonces.

jorge schussheim dijo...

Podría depositarlo en el Banco Central como aporte para la causa?

Meursault dijo...

Un gran boludo el escritor! También genial la reflexión!
Me parece que me voy a pasar saguido por acá.

Roedor dijo...

Brillante.

Llevando al extremo la catarsis consumista, una vez posteé lo siguiente, obviamente pergeñado por gente mucho más creativa que yo:

http://liricogenital.blogspot.com/2008/02/las-cosas-como-son.html

jorge schussheim dijo...

Roedor: no hay mejor mentira que la verdad.

Roedor dijo...

Gracias por el comment, Jorge. En este momento me estoy devanando los sesos para escribir la razón número 102 para agregar a tu última lista pero no, me parece que las pusiste a todas...

Joaquim dijo...

Complejo mundo el de la publicidad. Tomemos una marca de automóvil o un partido político, para el caso es lo mismo. Un publicitario es el tipo que le vende al propietario de la fábrica de automóviles o al amo del partido político la INELUDIBLE NECESIDAD de publicitar su producto para triunfar. Miente como un gorrino. La publicidad no sirve para VENDER más, sino para que los consumidores sepan que el producto ESTÁ en venta en competencia con otros.

Si el partido X o la marca de automóviles A dejaran de anunciarse en vallas publicitarias y spots televisivos no pasaría NADA... siempre y cuando sus competidores hicieran lo mismo. Todos seguirían vendiendo, tal cual. ¿Usted dejará de votar a su partido de siempre porque la foto del líder actual no aparezca empapelando las calles? ¿dejará de comprarse ese Mercedes que tanto le apetece y se puede pagar sólo porque no lo vea en la tele?. Pero si el partido X o la marca de automóviles A fueran los ÚNICOS en su sector de actividad que dejaran de publicitarse, entonces su ruina estaría garantizada.

Mi experiencia directa me dice que las campañas políticas NO CAPTAN ni un solo voto. Pero desgraciado el partido que de grado o por fuerza apuesta por la austeridad y deja de emitir espots, alquilar vallas y regalar globitos a la salida de los supermercados: está muerto y finiquitado.

Un saludo cordial.

jorge schussheim dijo...

Mi querido Dom Joaquim.
Las elecciones las ganan los políticos, no sus publicistas.
Pero cuando las diferencias son muy pequeñas con su adversario, suele ser justamente la campaña de propaganda política la que define la balanza a favor de ese candidato.
Fíjese si no en la interna entre Obama e Hillary, en la que ella comenzó como la favorita y gracias a la intelígentisima movida en internet del equipo de Obama le ganó.